Si buscas hosting web, dominios web, correos empresariales o crear páginas web gratis, ingresa a PaginaMX
Por otro lado, si buscas crear códigos qr online ingresa al Creador de Códigos QR más potente que existe


Historia del gallo de pelea

Se dice que las primeras peleas de gallos ocurrieron 3,000 años antes de Cristo en Medio Oriente, donde fenicios y hebreos consideraban la crianza de gallos como un arte. Tras ser difundida esta afición por toda Europa, con el descubrimiento de América por Cristóbal Colón y la llegada de conquistadores españoles, se introdujeron los primeros gallos a tierras americanasLa historia señala que Hernán Cortés llegó a México con la espada en una mano y sus gallos en la otra, pues era muy aficionado a estos animales… de ahí que la proliferación de las peleas de gallos fuera parte de las costumbres populares en esta parte del continente.

La historia galleril no se limita solamente a los varones; en la historia de la humanidad hubo mujeres, como Cleopatra, que jugaron y expandieron el deporte de los gallos en todos sus dominios… y en el Perú, fue doña Inés de Suárez la primera mujer gallera y apasionada criadora de gallos de combate, que posteriormente, como compañera de Pedro Valdivia, fundador de Santiago de Chile, siguió promoviendo las peleas de gallos en ese país.

En el Perú empezó a jugarse desde los tiempos de la Colonia. En la actualidad, los galleros son más criadores que apostadores, habiéndose extendido esta afición en todas las capas sociales y étnicas del país.

El gallo de raza navajero casi siempre está representado por personas adineradas debido a que esta forma de jugar los gallos se cultivó en las regiones costeras del Perú, donde existían grandes haciendas, en especial las algodoneras como las de la región de Ica y de Pisco.

De ahí que sirviera de inspiración a Abraham Valdelomar, quien a partir de sus recuerdos de infancia en el puerto de San Andrés de los Pescadores, en Pisco, escribió la historia del Caballero Carmelo, un gallo navajero.


Características

Normalmente se lleva a cabo en un reñidero, arena, ruedo, redondel, palenque o coliseo, donde el ave que demuestra mejores cualidades en el combate se declara como ganadora, para ello debe dejar a su adversario inhabilitado para seguir peleando. En algunos casos hay gallos con "poca casta" que huyen de la pelea al estar heridos, en cuyo caso pierden el combate o la pelea. En la mayoría de los casos se realizan apuestas sobre el resultado de la contienda.

Las aves finas o de combate son criados bajo normas de vacunación, alimentación y cuidados especiales para lograr un desarrollo físico ideal y los de mejores cualidades para la riña se someten a un acondicionamiento físico entrenamiento, para llegar a su encuentro en el ruedo, cancha, coliseo, etc.

En algunas regiones las riñas de gallos son equipadas con espolones artificiales de plástico, carey, hueso de pescado, acero, etc. que permiten que las aves puedan herir a su oponente más fácilmente que con sus espolones naturales. En otras variaciones de riña, los espolones naturales son cubiertos con una envoltura de tela o cuero para prolongar el combate. La riña sin espolones artificiales o sin envoltura en los mismos se le denomina como pelea a "talón desnudo". Otra modalidad de arma en la riña de gallos, es la utilización de navajas en las patas del animal, con medidas y formas variables (desde 1/4 pulgada hasta 4 pulgadas), suplantando de este modo, a su arma natural de pelea, esto se lo practica en Guatemala, Estados Unidos, México, Nicaragua, Honduras, Perú y Filipinas. En el resto de América se realiza esta actividad con espuelas naturales o artificiales.

Opiniones

La pelea de gallos es considerada como un deporte tradicional o afición por algunas personas, mientras que para otras es un caso de crueldad hacia los animales.[1]

La riña de gallos se efectúa normalmente en igualdad de condiciones entre los ejemplares que participan tanto en su peso como su arma (natural o postiza). Según sus partidarios, la finalidad de las riñas es seleccionar al ejemplar que demuestra mejores cualidades para el combate, acción que la realizaría en estado salvaje con el fin de ser el reproductor de su parvada, hasta la aparición de un nuevo oponente o retador ya sea un macho joven o adulto.

Según sus detractores la finalidad principal de las riñas de gallos es en muchos casos el dinero de las apuestas. Señalan también que en la naturaleza sus combates rara vez resultan en heridas pues antes de morir huyen, posibilidad que en una pelea de gallos se les niega pues han de pelear por 12 minutos ó hasta que uno de los dos, o ambos, mueran. Añaden que, si no son criados y entrenados con la finalidad de combatir, estos animales no atacan con tanta fiereza; y pocos piensan que, para que se comporten como cualquier deportista que desarrolle sus habilidades con tanta agresividad, se les llega a suministrar drogas tanto legales como ilegales, como estricnina, cafeína, anfetaminas y epinefrina.[2]

Los detractores apuntan a diversos motivos para solicitar su prohibición. Según el responsable de ADENA en Canarias, las peleas de gallos "causan graves problemas a los animales, y se ha demostrado(?) que sufren y mueren". Respecto al argumento de los criadores de que "(estos gallos) están en una continua lucha jerárquica y su instinto es matar al rival" respondió que "es cierto el hecho de que la rivalidad entre gallos es instintiva, pero otra cosa es que se le entrenen y se les ponga en un sitio específico con el único objetivo de ver cuál desarrolla más sus habilidades" y que "una cosa es la competencia instintiva y otra cosa es propiciar el espectáculo con la pelea y la muerte de los animales".[3] y su servidor.

Desde Ecologistas en Acción afirman que no puede justificarse la celebración de las peleas de gallos con que mantiene la existencia de una especie como afirman algunos partidarios, porque en realidad "este tipo de gallo no es ni mucho menos una especie, sino una raza, resultado de cruces artificiales, y no está fijado su fenotipo". Respecto a las afirmaciones de algunos partidarios de que, a diferencia de la tauromaquia, aquí la lucha es entre iguales, alega que "se olvidan de apuntar que los entrenan para que sean agresivos y que en el momento de la lucha están encerrados en una jaula o en un espacio muy acotado, por lo que los animales no podrían huir, sin embargo esta "jaula" es bastante grande(unos 4 metros de diámetro, ya que su forma es circular) y al animal que no quiere pelear o combatir se le retira y no se le obliga, pues ante todo está el honor de su criador, cabe decir que los gallos de pelea son considerados como "gladiadores" ya que son adiestrados para seguir sus instintos; los gallos de pelea no son cualquier clase de gallos, pues han sido modificado genéticamente(?) durante muchos siglos al igual que los caballos, perros, canarios y tantas especies de animales, “un gallo de corral común suele vivir poco en cautividad, ya que su fin no es otro que el consumo humano” esta especie de ave de corral generalmente suelen vivir sobre los 6 meses y un “gallo de riña puede vivir más de 2 años hasta 10 años, pues solo esta maduro para pelear después de 18 meses, es decir ha vivido 3 veces más de lo que suele vivir un gallo de otra raza”".[4]

Legalidad

Las peleas de gallos son legales en la mayoría de países latinoamericanos, así como en Islas Canarias y Andalucía (en el resto de España están prohibidas), y en países de Asia como Filipinas. En muchos otros lugares, las peleas de animales están estrictamente fuera de la ley, basadas en la oposición a las apuestas, la crueldad animal, o ambas.

América

En la Argentina está prohibida la pelea de gallos, pero la Provincia de Santiago del Estero, una de sus provincias, no sigue esta ley. Mientras la ley nacional 14.346 prohíbe explícitamente las riñas de gallos, desde 1986, la ley provincial 5574 las permite: la Dirección de Deportes provincial extiende los permisos del caso y administra los ingresos generados por la recaudación.

Costa Rica

Las peleas de gallos son ilegales en Costa Rica, tanto por considerarse un peligro de salud pública como un caso de crueldad hacia los animales. Aún así, la legislación no castiga penalmente este delito que es considerado una contravención.[5]

Estados Unidos

En los Estados Unidos, las peleas de gallos fueron prohibidas en los 50 estados. El último en ilegalizarlas fue Luisiana.[6] Treinta estados y el Distrito de Columbia han declarado ilegal la posesión de gallos con propósitos de pelea. También es ilegal ser espectador de una pelea de gallos en 40 estados. A nivel federal el Acta de Protección de Animales establece como ilegal el transporte interestatal de gallos a áreas que prohíben las peleas de gallos.

Aun cuando las peleas de gallos son ilegales en la mayor parte de Estados Unidos, se sabe que toman parte peleas de gallos ilícitas a nivel nacional. La aplicación de la ley ha indicado que apuestas ilegales se llevan a cabo en las peleas de gallos, y que miles de dólares cambian de manos durante estos eventos. Los ingresos de las peleas normalmente no se reportan en la recaudación de impuestos. Las autoridades también han notado que la distribución de drogas ilegales está conectada a las peleas de gallos: investigaciones de actividades sobre tráfico de drogas usualmente conducen a peleas de gallos.

México

Pelea de gallos en México.

En México, aunque en la capital están prohibidas, las peleas de gallos forman parte de la cultura y tradiciones de la mayoría de los estados, además de ser un negocio en donde se combinan la venta, el espectáculo de los gallos y los espectáculos musicales. En casi todas las ferias y fiestas regionales se llevan a cabo en recintos llamados «palenques» de gallos. Estos constan de un ruedo hecho de madera cuyo centro se encuentra repleto de tierra compactada para el mejor desempeño de los gallos. En el centro es marcado con cal un cuadro de 4 metros por lado y unas líneas que atraviesan de centro a centro cada lado. Finalmente es marcado en el centro de esta arena el último cuadro, que mide 40 cm de lado, a donde se llevan los gallos la tercera vez que se sueltan. Los estados mexicanos donde las peleas de gallos son más comunes son Michoacán, Aguascalientes, Jalisco, Sinaloa y Veracruz.

Perú

En el Perú también están permitidas; como se relata en la obra de Abraham Valdelomar: "El Caballero Carmelo". El espectáculo se lleva a cabo en coliseos, los cuales tienen como ambiente principal a un ruedo de arena accediendo a éste por medio de tres ingresos (Juez, derecha e izquierda); de estos últimos emergen los gallos con sus respectivos careadores, y el juez tiene como elemento principal de careo una tabla de madera. Los campeonatos en el Perú se dividen en dos: Campeonatos de a Pico y espuela con un gallo con semejantes características de países Americanos y, campeonatos a Navaja cuyo peso y tamaño del gallo difiere de los anteriores, siendo un campeonato a libre peso, cuyo gallo recibe el nombre de Gallo Navajero Peruano, utilizando un arma llamada "hoja de olivo" hecha de acero, y cuyos campeonatos más importantes se encuentran en el Departamento de Lima (Coliseo Sandía, Coliseo El Rosedal, Coliseo Abraham Wong, Coliseo Círculo Gallístico del Perú y Coliseo el Valentino de la Asociación de Criadores de Gallos a Navaja en el Perú).[7] [8]

Puerto Rico

En Puerto Rico, a diferencia de en los Estados Unidos, las peleas de gallos son consideradas un deporte y forman parte de cultura del pueblo, contando así con ciento veintiocho establecimientos llamados galleras para el desarrollo de este deporte o costumbre de pueblo.

República Dominicana

En la República Dominicana esto se ha convertido en un deporte legal regulado por el Ministerio de Deportes, donde varios entrenadores llevan sus ejemplares a lugares llamados galleras, donde se apuesta dinero; estas apuestas se hacen verbalmente sin ningún boleto o comprobante, sólo con el respeto a la palabra.

Aquí no es cosa rara ver a deportistas de Grandes Ligas, grandes empresarios e industriales disfrutando de las peleas de gallos. En este mismo país se llama trabero a quien cuida o da entrenamiento al gallo, gallera al lugar donde se disputan las peleas, traba al lugar donde se entrenan estos animales y coliseo a una gallera de un nivel mucho más alto. Solamente hay dos coliseos en todo el país: uno en Santo Domingo (su capital) y otro en Santiago de los Caballeros.

Han habido torneos patrocinados por compañías millonarias y se ha invitado a galleros de Puerto Rico a participar en dichos torneos. Hay que destacar que las peleas de gallos son muy habituales en la República Dominicana y están reguladas por el ayuntamiento de su municipio cabecera. En el año 1996, el Gobierno, por ley, prohibió el uso de las espuelas hechas con concha de carey y se introdujeron para la venta las espuelas plásticas en todo el país, esta medida era para proteger el carey que se encuentra en vía de extinción.

Europa

España

En España están prohibidas a excepción de en Andalucía y Canarias, donde están permitidas solo en aquellas localidades donde se hayan ido celebrando tradicionalmente.

En Andalucía, la ley exige que las peleas sólo se celebren en el reñidero habilitado en la localidad, aunque algunas localidades de la Bahía de Cádiz, donde hay una gran afición, tienen incluso más de un reñidero. El reñidero debe estar preparado para evitar la gripe aviar y para la recuperación veterinaria de los gallos dañados después de la pelea. En Andalucía además se exige la mayoría de edad para poder asistir al espectáculo y, a diferencia de las corridas de toros, es obligatorio ser socio de una peña gallística para poder asistir. Por ello los reñideros no están abiertos al público en general, sino sólo a los miembros de la peña gallística.[9] Además en Andalucía, para convertirse en socio de una peña es costumbre ser introducido por otro miembro de la peña gallística o ser miembro de una familia que habitualmente ha tenido miembros en la peña. Por ello, aunque las peleas de gallos son legales, son un espectáculo muy desconocido para la mayoría de la población andaluza, que a diferencia de Canarias, jamás se televisa. La zona que se encuentra entre Jerez de la Frontera, Sanlucar y Chiclana de la Frontera es la zona con más afición gallística y con más criaderos de gallos, llegando a alcanzar el 80% de los gallos de pelea que España exporta a Francia y a Latinoamérica, en donde a estos gallos se les llama "jerezanos".[10] Con una especial cosmovisión trágica de la vida, de la sangre, de la muerte, con formas muy diversas, pero todas ellas revestidas de arte, hasta hace unos pocos años era muy común la conexión que había entre el mundo del flamenco, las peleas de gallos y los miembros más comprometidos del toreo.

Algunas organizaciones ecologistas y políticas se oponen a que se celebren este tipo de actividades.[11] Las apuestas son ilegales,[3] si bien siguen en algunos sitios siguen realizándose con normalidad.[12]

Francia

Pelea de gallos. (1882) Del pintor flamenco Emile Claus

En el S. XIX se extienden por toda Europa leyes de prohibición de peleas de gallos. En Francia aparece la ley Grammont de 1850 que prohíbe las peleas de gallos. En ese momento sólo hay constancia de la existencia de una tradición popular de peleas de gallos en el Norte-Paso de Calais, es decir en el llamado Flandes francés. Las peleas de gallos estuvieron muy enraizadas durante los siglos XVI Y XVII, durante la dominación española, antes de que el Flandes francés se separa del resto de Flandes y se anexionara a Francia.

Desde 1850 hasta 1963, aunque las peleas de gallos son claramente ilegales, no se llega a condenar judicialmente a nadie por organizar peleas de gallos en el departamento Norte-Paso de Calais. Para acabar con esta impunidad e incongruencia legal, por ley de 1963 las peleas de gallos pasaron a ser delitos castigados con penas de cárcel en todo el territorio francés. La criminalización de las peleas de gallos provocó la movilización de la opinión pública del departamento de Norte-Paso de Calais, llegandose a recoger 100.000 firmas pidiendo una excepción legal que permita las peleas en Norte-Pas de Calais.[cita requerida] El general De Gaulle, presidente de la República en aquel momento, tomó partido a favor de la introducción de una excepción en Código Penal que permitiera las peleas de gallos en el departamento del Norte-Paso de Calais y llegó a decir: "Puesto que nos comemos a los gallos, hará falta que mueran de una manera u otra".[13] Hay que tener en cuenta que el general De Gaulle, originario del departamento de Norte-Paso de Calais, tuvo un padre muy aficionado a las peleas de gallos, y que las había vivido desde niño. Así en respuesta a la movilización de los galleros flamenco-franceses y a la presión del Jefe de la República, el general De Gaulle, la Asamblea Francesa introduce en 1964 una excepción para las "zonas donde se considera que ha habido una tradición constante e interrumpida" de peleas de gallos. Esta excepción que permite las peleas de gallos afecta en la actualidad en el territorio metropolitano europeo francés únicamente al departamento del Norte-Paso de Calais, y en la Francia de ultramar: a las islas de la Reunión, las Antillas Francesas y la Polinesia Francesa. Esta excepción legal para las peleas de gallos, se encuentra en la actualidad en el subpárrafo 3 del artículo 521-1 del Código Penal Francés, que también se aplica a las corridas de toros en los lugares donde ha habido tradición constante e interrumpida de corridas de toros.

El lobby gallista metropolitano francés se organiza en Europa torno a la revista mensual "Le Coq Gaulois" (El Gallo Galo) y a la Federación de Galleros del Norte-Paso de Calais, que cuenta con 5000 criadores.

La ley de 1963 prohíbe la construcción de nuevos gallódromos, que es como se llaman en Francia a los reñideros de gallos. Todos los gallódromos pertenecen al bar-bistro al que están anexos y no a la Federación de Galleros. Por ello, el futuro de un gallódromo está íntimamente ligado a la voluntad del dueño del bar-bistro que lo posee, el cual lo puede cerrar si así desea. Es así, como muchos gallódomos han cerrado como consecuencia de la venta del bistro y el desacuerdo de un nuevo propietario con las peleas de gallos.

A diferencia de lo que ocurre en Andalucía, la asistencia a las peleas de gallos es libre y abierta a todo el público, previo pago. Es decir, para asistir a una pelea de gallos no hace falta ser miembro de la Federación de Galleros del Norte-Pas de Calais o de una peña gallera del estilo del "Club Français des Combattants du Nord". El papel de éstas instituciones es, como el de una peña de tauramaquia, de simple apoyo y promoción.

Para saber dónde y cuándo se van a celebrar las peleas basta con contactar por teléfono con el dueño del bar-gallódromo o leer el programa de "Le Coq Gaulois".

En la actualidad el departamento de Norte Paso de Calais cuenta con un turismo de aficionados británico a las peleas de gallos, que practican de esta manera su afición prohibida en el Reino Unido. En los últimos años varios aficionados británicos han sido arrestado en la aduana británica por contrabando de gallos de pelea o por introducir material para las peleas de gallos que tienen lugar en Francia. La persecución en la aduana británica ha llevado al reciente establecimiento de criaderos británicos de gallos de pelea en el departamento del Norte-Paso de Calais, cuyos propietarios viven en el Reino Unido.[14] Mayor aún es la afición de origen belga que cruza la frontera para asistir regularmente a las peleas en Francia desde que se prohibieron la peleas de gallos en Bélgica. La afición belga sigue reuniendose en torno a clubs galleros y asociaciones belgas, las cuales no tienen ninguna actividad en Bélgica fuera de las simples reuniones para organizar los viajes y tertulias[15] Así, muchos gallódromos franceses cuentan con puntos de contacto en Bélgica, donde los aficionados belgas pueden organizarse para ir a Norte-Paso de Calais.

Gran Bretaña

En el caso de la Inglaterra antigua, las peleas de gallos, junto con el deporte barbárico de lanzamiento de gallinas, era la diversión principal en el Shrove Tuesday (día martes feriado). Sin embargo, la opinión pública se declaró en contra de estos deportes de una manera inequívoca.

La prohibición de las peleas de gallos ha dado a lugar a la cría de castas desarrolladas para demostraciones del espectáculo u otros propósitos, siendo notables las razas Modern Game (su característica son piernas extremadamente largas) y Old English bantam (esta entre las razas más pequeñas de gallinas). Un ejemplo más importante es el Cornish (desarrollado a partir de la casta Asil) que forma parte de la cría de Fryer/Broiler.

Peleas de gallos en el arte y la cultura popular

Pelea de gallos, por Jean-Léon Gérôme.

En 1759, el artista inglés William Hogarth publicó The Cockpit, una sátira sobre peleas de gallos. La pelea de gallos fue alguna vez un tema importante en el arte. La pintura "Pelea de gallos" de Jean-Léon Gérôme y la estatua "Winner of the Cockfight" de Alexandre Falguière, ambas en el Musée d'Orsay, son ejemplos notables, aunque en estos casos se hace más énfasis en la desnudez de los cuerpos de los dueños de las aves, que en la pelea de estas últimas.

Este término también es usado en hip hop, refiriéndose a la competición llevada a cabo entre dos MC que se van turnando en rimar durante un período.[16] Una vez han acabado los dos participantes, el público o algún jurado elige al que creen que lo ha hecho mejor, siendo el ganador de la batalla. En muchas ocasiones, el ganador pasa a la siguiente ronda de un campeonato, habiendo competiciones a nivel nacional.

© 2024